Ya es oficial. El otoño ha dado comienzo y se está haciendo notar en forma de lluvia y temperaturas más bajas. Aunque las circunstancias marcadas por el coronavirus nos hayan hecho pasar un verano atípico, lo cierto es que la época estival acarrea una serie de agresiones para nuestra piel que debemos contrarrestar sin perder un minuto.

En Belleza y Bienestar disponemos de un amplio abanico de tratamientos faciales para poner a punto tu piel después de los meses de calor, así como corporales para deshacerte de los excesos del verano y prepararte de cara al otoño e invierno. Higiene facial, tratamientos hidratantes y antioxidantes figuran en el top de los tratamientos faciales más demandados a la vuelta de las vacaciones.

Nuestro personal de cabina siempre ofrece, además, consejo personalizado acerca de lo que debes hacer en casa para que saques todo el partido a los tratamientos que aplicamos en nuestro centro y los beneficios te duren más. Según su experta opinión, avalada por los dermatólogos del Grupo Pedro Jaén ¿sabes cuál es el elemento que no debe faltar en tu rutina cosmética de cada día? La vitamina C.

Éstas son las ventajas de usar vitamina C cada día del año y especialmente en estas fechas que tu piel necesita esa ayuda extra para reponerse del calor y entrar en el otoño con la mejor cara.

El antioxidante más potente

La vitamina C está catalogada como el antioxidante más potente que existe. Incorporada a sérums, cremas y ampollas con alta concentración de la misma ayuda a contrarrestar la acción de los radicales libres. Estas moléculas de oxígeno que se derivan de la actividad bioquímica normal del organismo, pero que a lo largo del tiempo y en gran cantidad acaban dañando las células y su material genético, un proceso que conocemos con el nombre de estrés oxidativo.

Factores externos como la exposición solar, el estrés, la contaminación ambiental, el consumo de tabaco o llevar una dieta desequilibrada incrementan la producción de radicales libres, una factura que la piel paga en forma de fotoenvejecimiento, manchas, tono apagado, flacidez y arrugas prematuras.

Vitamina C para una piel luminosa

La exposición solar es responsable directa de la aparición de manchas en la piel. El resto de factores asociados al verano (salitre, cloro, aire…) hace que, además, la epidermis se apague y luzca un aspecto acartonado y por eso precisamente el otoño es el momento idóneo para aplicar tratamiento despigmentantes y reforzar el uso de vitamina C, ya que contribuye a que produzcamos menos melanina y nuestra piel se vea más limpia, con un tono más uniforme y definitivamente más luminosa.

Piel más firme gracias a la vitamina C

El sol no solo es responsable de que salgan manchas en la piel. Además, el astro rey está directamente relacionado con la aparición de arrugas y con la flacidez de los tejidos. El motivo es que la radiación ultravioleta degrada los fibroblastos encargados de producir colágeno, una proteína fundamental para dar consistencia y firmeza a la piel. La vitamina C ejerce como precursor del colágeno y ayuda a que nuestro cuerpo lo produzca, evitando así la aparición de arrugas prematuras y, sobre todo, el descolgamiento y la flacidez, dos fenómenos que envejecen tanto o más que las propias arrugas.

Dieta antioxidante, aliada de tu piel

Además de los tratamientos de cabina y de los cuidados cosméticos en casa, es fundamental seguir un estilo de vida saludable basado fundamentalmente en una dieta equilibrada, actividad física regular, asegurarse en buen descanso nocturno, evitar el tabaco, limitar el consumo de alcohol… por eso en esta entrada no podíamos dejarnos la alimentación rica en antioxidantes para ayudar a que tu piel resplandezca este otoño.

En este sentido, debes descartar la idea de que la naranja es el alimento que más vitamina C contiene, porque no es cierto. Los pimientos rojos, el perejil, el kiwi, las fresas, los frutos rojos, el caqui o la papaya contienen mucha más vitamina C que la naranja. En cualquier caso, la mejor manera de asegurarse un aporte adecuado de vitamina C y otros antioxidantes en nuestra dieta es llenarla de frutas y verduras, cuanto más variadas y coloridas, mucho mejor.

Vitamina C, cómo y cuándo

Dentro de la rutina diaria de cuidado facial, la vitamina C (que debes buscar en el etiquetado de tus productos como ácido ascórbico y no como ácido cítrico, un error muy común) debe aplicarse preferiblemente por la mañana para aprovechar todo su potencial antioxidante; eso sí, siempre después de una buena limpieza de la piel.

A continuación, es imprescindible usar fotoprotector para protegernos de la acción nociva de la radiación del sol. En este punto conviene aclarar que hace unos años se desaconsejaba el uso de vitamina C si después se iba a tomar el sol o si no se ponía crema protectora a continuación porque podía favorecer la aparición de manchas. Sin embargo, las fórmulas cosméticas con vitamina C son muy estables y no presentan este problema. Lo que sí ocurre, y por eso se recomienda lavarse las manos después de aplicar la vitamina C, es que puede teñir la piel si se oxida sobre ella. Precisamente por este motivo, se recomienda usar un exfoliante una vez a la semana porque, debido a este efecto, la vitamina C puede pigmentar el poro.

¿Un truquito que nos dan los expertos para evitar que nuestros cosméticos con vitamina C se oxiden y pierdan efecto? Adquirir los concentrados de vitamina C en monodosis o ampollas. En el caso de sérums o cremas, decantarse por envases opacos que no dejen pasar la luz y con dosificadores que eviten que el producto quede expuesto al aire, ya que éstos preservan las propiedades del producto durante más tiempo.

Pide cita en Belleza y Bienestar by Grupo Pedro Jaén si necesitas poner tu piel a punto este otoño.