El exceso de sol, la contaminación ambiental, el estrés, los sistemas de aire acondicionado y calefacción y otras agresiones externas resecan y deshidratan la piel, favoreciendo la aparición de arrugas finas y dándole un aspecto apagado y desvitalizado.
Nuestros tratamientos hidratantes están específicamente diseñados para cada paciente con el objetivo de restaurar el manto hidrolipídico que protege nuestra dermis y devolver a la piel su elasticidad y frescura.
Asimismo, los tratamientos hidratantes pueden estar indicados por parte del dermatólogo o del médico estético antes o después de algunos tratamientos o sesiones de láser, bien para preparar la piel, bien para acelerar su recuperación.
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