Las redes sociales son un verdadero filón para hacer virales las tendencias más variopintas. En este sentido, el maquillaje, los retos de belleza y las rutinas de cuidado facial ocupan un lugar destacado en Instagram, ocupando miles de publicaciones, Stories, Reels, TikTok… Pues bien, las penúltimas tendencias beauty, denominadas slugging y moisture sandwich, giran en torno a la hidratación de la piel mediante técnicas oclusivas, es decir, aplicando vaselina o bálsamos muy densos.
El objetivo del slugging y del moisture sandwich es conseguir una piel jugosa, hidratada y de aspecto muy similar al que lucen las mujeres coreanas, convertidas en el paradigma de la belleza femenina, sobre todo en lo referente al cuidado de la piel.
No obstante, cada vez que surge y se viraliza una tendencia en torno a esta cuestión nos preguntamos ¿merece la pena? ¿es verdaderamente necesario? ¿qué aporta a mi piel un procedimiento como el slugging o el moisture sandwich? Te lo contamos
Qué es el slugging
El slugging es una técnica de cuidado facial supuestamente importada desde Corea que se ha puesto de moda en redes sociales con la promesa de conseguir una piel más hidratada, luminosa y turgente. Básicamente, consiste en acabar tu rutina de cuidado facial de noche con la aplicación de una capa de vaselina para crear una especie de sello que evite la deshidratación de la piel. Esta capa de vaselina se retira a la mañana siguiente y se aplican los cosméticos de día como de costumbre.
Qué es el moisture sándwich
El moisture sandwich (sandwich húmedo) es una variante del slugging, pero en esta ocasión se trata de un procedimiento ideado por la CEO de una marca cosmética afincada en EEUU. El secreto de esta hidratación por capas es poner vaselina o cualquier producto untuoso (lanolina o mascarillas muy densas) encima de los productos de cuidado facial para que no se evaporen y la piel quede más hidratada. Es decir, se trata de atrapar el producto hidratante entre la piel y la capa de vaselina.
Qué opinan los dermatólogos
Cada vez que una técnica, procedimiento o producto se pone de moda, en Belleza y Bienestar contamos con la opinión de los especialistas del Grupo Pedro Jaén y esto es lo que nos han contado acerca del slugging y del moisture sandwich.
En líneas generales, nuestros compañeros dermatólogos no se muestran demasiado entusiasmados con estas técnicas, fundamentalmente porque existe una gran variedad de cosmética en el mercado que cuenta con una gran calidad y que no implica complicar la pauta de cuidado facial. Hay que tener en cuenta que la rutina coreana cuenta con 19 pasos y que incluso la abreviada no baja de 12.
¿Y qué hay en términos de eficacia? “Es cierto que al formar una capa oclusiva evitamos la evaporación de agua a nivel epidérmico y podemos llegar a aumentar la penetración de activos permeables a través de la epidermis. Sin embargo, muchos de los activos contenidos en cosmética tienen pesos moleculares muy altos y es prácticamente imposible que lleguen más allá del estrato corneo, entre ellos el ácido hialurónico, con capacidad humectante y altamente higroscópica (sustancia que atrae y retiene el agua) que podría aumentar al ocluirlo con productos grasos como la vaselina”, explica el Dr. Carlos Morales, dermatólogo del Grupo Pedro Jaén.
Por su parte, la Dra. Rosa del Río, especialista en estética facial del Grupo Pedro Jaén, argumenta que “la vaselina actúa creando una barrera hidrofóbica que impide la evaporación de agua ocluyendo la piel. Por ello, aunque no es un humectante propiamente dicho tiene la capacidad de hidratar de esa manera indirecta; es decir, no aporta ni retiene agua, pero evita que se pierda. Puede resultar útil en algunos casos, pero para hidratar la piel es mejor usar activos humectantes capaces de captar agua para la piel, como la glicerina o la urea, o agentes emolientes como la lanolina, el aceite de girasol, el aceite de jojoba, la rosa moqueta…
Efectos del estas técnicas
En realidad, crear una capa oclusiva para potenciar el efecto de los productos que hay debajo, no es algo nuevo. De hecho, los dermatólogos consideran que la vaselina es uno de los productos más efectivos a la hora de mejorar la hidratación y el estado de la piel de los labios y una manera excelente de mantener la humedad en las pequeñas heridas para favorecer su curación.
“Los dermatólogos utilizamos mucho este recurso en casos de eccema de contacto o en pacientes de dermatitis atópica, cuando necesitamos que el corticoide concentre su efecto y penetre en pieles muy descamadas o extremadamente secas”, comenta la Dra. Cristina García Millán, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén especializada en piel atópica.
Asimismo, añade que esta técnica puede resultar útil cuando hay que intensificar la hidratación de una piel que verdaderamente lo necesite a modo de cura. Por ejemplo, que haya estado muy expuesta al frío, al agua clorada o salada durante mucho tiempo… sin embargo, en una piel normal no es necesaria, máxime cuando hay otros productos de calidad capaces de reparar la barreta cutánea e hidratar la piel de forma efectiva.
¿Todo el mundo puede?
No. Los especialistas del Grupo Pedro Jaén coinciden en señalar que la oclusión de la piel con productos grasos tapona el orificio de salida del folículo piloso y la glándula sebácea. Esto favorece la proliferación bacteriana y en pieles grasas y mixtas el sebo podría quedar acumulado en el conducto de salida, lo que se traduce en comedones y acné.
Finalmente, advierten de que los alfahidroácidos, betahidroxiácidos y el retinol, principios activos muy utilizados en las rutinas de cuidado facial antiedad por su capacidad para regenerar la piel, son activos que pueden irritarla si no se usan adecuadamente, de manera que es conveniente evitar su uso debajo de una capa oclusiva o, al menos, reducir su concentración.
Sobre la mala fama de la vaselina
Muchas personas son reacias a utilizar técnicas como el slugging o el moisture sándwich porque piensan que la vaselina es un producto dañino, dado que es un derivado de hidrocarburos del petróleo. No obstante, es necesario aclarar que se trata de un producto muy seguro, ya que se refina y purifica una vez extraído del petróleo para eliminar restos de moléculas que puedan ser perjudiciales para la salud, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos. Asimismo, no hay ningún estudio que demuestre que es cancerígeno.
No obstante, el hecho de no incluirlo tan a menudo en productos cosméticos no obedece a motivos de seguridad para la salud, sino a razones de sostenibilidad y protección del medio ambiente, una tendencia que ha llegado con fuerza al ámbito de la cosmética.